Breves Reflexiones VI

  1. En enero, el señorcito que cuida el edificio donde vivo se tuvo que ir a atender algunas cosas personales muy delicadas. Durante todo ese mes, su ausencia se reflejó agudamente en el estado del inmueble: pisos polvosos, tapetes sucios, hojas secas paseándose por el estacionamiento, la puerta siempre cerrada, sin un buenos días. Un mes después, regresó, y –aunque suene un poco poético (lo digo como una queja)– el edificio de repente volvió a tener vida. Me atrevo a decir, siguiendo con la licencia poética, que hasta se veía más colorido. Regresaron las mañanas de escuchar la escoba yendoyviniendo en la banqueta, sus pláticas con el señorcito que cuida los departamentos que están en frente. Regresaron los viernes de escuchar cómo trapea cada piso. Volvió a ser un edificio vivo.
    Y pienso: hay lugares que se marchitan sin las personas correctas.
  2. Lentamente acercarse a algo que duele. Hay un extraño fenómeno en pensar que una vive con cicatrices, para luego darse cuenta que son heridas abiertas. Hoy siento que me escucho muy dramática, pero no va tanto por ahí. Sólo son cosas que pasan, sólo eso y nada más.
  3. A veces me da por regresar a algunos textos que escribí hace muchos años. Específicamente a mis 18-19 años, y me sorprende lo honesta y abierta que era. La manera en que hablaba de mis días, de todo lo que hacía, las personas que veía (menos a quienes debía conservar en el anonimato, porque a veces ser joven es ser fácilmente engañado). Extrañamente, hoy en día ya no siento esa libertad. No sé si con la vida adulta llega la conciencia de las consecuencias de lo que decimos y hacemos (uno es dueño de lo que calla pero esclavo de lo que dice, afirma el Cuarteto de Nos), pero una parte de mí siente que en la honestidad también debería existir valentía. Y por otro lado, en realidad no hay nadie a quien me vaya a enfrentar, que no sea yo misma.
    Y ese es el problema.
  4. En un ejercicio de honestidad: hace poco hubo una conexión que movió el mar que llevo por corazón. Un mar que yo creía tranquilo, pero en realidad sólo estaba conteniendo una tormenta que siempre apaciguo con ideas en las que (¿quizás?) no creo (¿estoy siendo muy ambigua?). Pero hay algo bueno en voltear a ver ese mar. Algo bueno y angustiante.
  5. Confusion is trying to take a hold of me / All I wanted was peace inside a sanctuary / I lived my life so desperate to be in control / Scared of getting hurt again, but now I realise / It’s all for nothing, all for nothing.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s